Comentario
En el interior de la antigua Rodesia colonial se encuentran una serie de grandes ruinas denominadas el gran Zimbabwé, palabra que significa "la gran casa de piedra", por lo general antiguas residencias de un jefe. Para muchos estas construcciones eran demasiado perfectas técnicamente para ser obra de los negros bantúes, atribuyéndose incluso a los fenicios, árabes e incluso persas. Estas construcciones comenzaron a construirse en el siglo VII y no cesaron de levantarse hasta el siglo XVII.
El historiador árabe al-Masudi, del siglo X, nos relata cómo en el interior de la costa de Sofala existía el Reino de los Ouaklimi que era un gran productor de oro y sus habitantes eran cazadores de elefantes de los que obtenían el marfil. Este reino tan bien organizado según el modelo de todas las Monarquías negras de África, no era otro que el Reino de Monomatapa, que fue conocido en Europa gracias a los portugueses.
La figura del rey adquirió un papel primordial y sagrado, el más mínimo de sus gestas era imitado por toda la corte, y su integridad física era interpretada como ligada a la prosperidad del País. A la muerte de un rey su alma se reencarnaba en un león, animal que era considerado como sagrado.
A principios del siglo XV toda la región de los ríos Zambeze y Limpopo quedó bajo el control de un poderoso jefe llamado Nzatsimba, que tomó el nombre de guerra de "Moutapa", y que su título de Mwene Moutapa (rey Moutapa) daría origen a la palabra Monomotapa. Su hijo y sucesor, Matopé, fue el verdadero fundador del imperio al dominar todas las tierras entre el desierto de Kalahari y la costa índica de Sofala; a su muerte, en 1480, su hijo Niaima fue incapaz de mantener la cohesión de las tierras conquistadas, y en el Sur la dinastía Rozwi, se separó del reino, siendo sus reyes conocidos por el nombre de "Mambo". Los portugueses y los mercaderes de las ciudades islámicas del África índica fueron los que comerciaron y controlaron en parte las riquezas de estos reinos surgidos del gran imperio de Monomotapa, que no eran otras que sus minas de cobre, oro, sus porcelanas y sus marfiles.